Identidad, convivencia y posverdad

Durante el pasado 13 y 14 de enero el Personal de Administración y Servicios de los centros de las Siervas de San José celebró su convivencia anual que esta vez tuvo lugar en Salamanca. Las personas participantes acudieron de los centros de Alicante, Badajoz, Madrid, Málaga, Mérida, Palencia, Salamanca, Zamora ”Divina Providencia” y “San José” y por primera vez nuestros compañeros de Ourense. Teresa Botana acompañó al grupo como ponente.

La sesión de trabajo del sábado comenzó con una oración para celebrar y agradecer la vida y para pedirle al Señor que sea nuestro compañero de camino.

Tras la oración empezamos con la sesión de formación. Retomamos el tema de la Identidad. Ver qué es lo que nos sustenta como individuos. Situándonos e identificando nuestro camino a seguir. Reflexionando sobre nuestras experiencias que son las que nos nutren a lo largo de la vida y parándonos a pensar como filtramos esas experiencias. Comprendiendo como reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestras decisiones y errores, nos ayuda también a reconciliarnos con los demás.

Seguidamente se propuso un ejercicio de trabajo en grupo en el que reflexionábamos sobre que había sido para nosotros lo mejor y lo peor del año que terminó , lo que hemos aprendido de la nosotros mismos y de la vida , de qué pesares necesitábamos liberarnos y a quién queríamos darle gracias por lo que nos han ayudado en la vida.

Posteriormente cada grupo expuso su reflexión en público coincidiendo todos los grupos en la fortaleza que tenemos los seres humanos, en la capacidad de volver a levantarse tras una caída y en ver como la vida te sostiene si te dejas. 

Teresa nos explicó como el hecho de ir superando las dificultades de la vida nos hace tener más confianza en nosotros mismos y como en la segunda etapa de la vida, en la que prácticamente todo el grupo nos encontrábamos, buscamos nuestra vida y la ponemos en su sitio. Para poder hacer esto vamos a necesitar varias cosas; silencio y oración, agradecimiento, ya que ser agradecido ensancha el corazón y alegría, aprendiendo a tener capacidad de perdón. Perdonar a nosotros mismos y a los demás supone una liberación personal.

Bonifacia es un ejemplo de esto ya que supo callar y perdonar.

Terminamos la sesión de trabajo a las 14:00 y tras la comida el grupo disfrutó de la tarde de convivencia libre. Guiados por los compañeros de Salamanca, visitamos el colegio de la ciudad. Gracias a la comunidad de Siervas de San José de Salamanca pudimos entrar al edificio y visitar el sepulcro de Bonifacia.

Nuestros compañeros también nos llevaron a ver los lugares más emblemáticos de la ciudad como la catedral y la casa de las conchas. 

También acudimos a visitar la casa de Santa Teresa, en la que Vicenta Mateos, Sierva de San José, nos explicó toda la historia de la casa, desde que llegó Santa Teresa hasta que Santa Bonifacia estableció allí su taller. Pudiendo visitar allí los museos de Bonifacia y Butiñá. Fue una visita muy ilustrativa y agradable.

El domingo 14 iniciamos la mañana compartiendo una Eucaristía oficiada por el padre Cristóbal, director del centro de espiritualidad en el que estábamos alojados. Posteriormente retomamos la sesión de trabajo.

El hilo conductor de esta segunda jornada de formación transcurrió relacionada con las tres nuevas palabras acuñadas este año por la Real Academia de la Lengua Española, posverdad, buenismo y aporofobia.

Vimos como a través de la posverdad, la marca blanca de la mentira, intentan manipularnos y que medios podemos tener a nuestro alcance para filtrar la información que nos llega y llegar a conocer la verdad que nos haga libres.

También vimos como el buenismo colabora con la posverdad a esa distorsión de la realidad y nos lleva a un "todo vale". Teresa nos explicó una teoría conocida como La ventana de Overton en la que se explica claramente los pasos que se van dando para manipular a la opinión pública. Ante ese sistema del que parece imposible escapar surge la pregunta de qué podemos hacer para evitarlo. 

Vimos como tenemos la capacidad de minimizar esto. A través de pequeños gestos se puede ir cambiando el ambiente a nuestro alrededor. Cómo el influjo de lo débil repercute en todo en todo el universo. Cada gesto insignificante, es el cimiento de la esperanza. 

Individualmente hicimos un ejercicio para reflexionar sobre lo que más nos había llamado la atención, hasta que punto nos dejábamos influir por las posverdad y qué pequeños gestos podíamos hacer para transformar la realidad. Posteriormente pusimos en común nuestras reflexiones primero en pequeños grupos y luego ante todos los demás. 

En la última parte de la exposición nos centramos en esos pequeños cambios que nos ayudan a cambiar el mundo y vimos unos pasos que nos pueden ayudar en esta tarea:

Valorar el silencio, como medio para integrar los acontecimientos diarios.

Vivir desde nuestra identidad y dejar a los demás que vivan desde la suya.

Tener la mente abierta para ver la cambiante realidad.

Nuevamente, Bonifacia nos sirve como guía en nuestro camino al ser el ejemplo de cómo desde su sencillez fue y sigue siendo motor de cambio para muchas vidas.

Tenemos todos los ingredientes para pintar de color el mundo, creando una humanidad solidaria reflejo del Reino de Dios.

Como en años anteriores, el encuentro ha resultado muy positivo, tanto por la formación recibida como por las experiencias compartidas con nuestros compañeros y compañeras del mismo centro como con el resto de compañeros de otros centros, ya que el conocernos mejor nos ayuda también a ponernos en el lugar del otro.

Finalmente, damos gracias al Señor, y a las Siervas de San José, que a través del Equipo de Titularidad han hecho posible que sigamos formándonos y regresamos a nuestros Colegios con ilusión y ganas de poner en práctica lo aprendido.

Nieves Bonilla 

Colegio “Sagrada Familia” de Alicante